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Mensaje a Todos los Colaboradores en la
Misión de la Compañía de María
Roma, 29 de julio de 2018
Queridos amigos,
En el mes de julio se han reunido los delegados del Capítulo General de la Compañía de María en la Curia General Marianista en Roma. Este encuentro de los responsables de la Compañía tiene lugar cada seis años y reúne a delegados de todo el mundo marianista. Somos 33 miembros, además de los traductores, secretarios y personal auxiliar.
Hemos estado tres semanas hablando de temas importantes para la vida religiosa marianista hoy y en el futuro: nuestra vocación como religiosos, nuestra vida de comunidad, nuestra llamada a la santidad, el crecimiento de la familia marianista y nuestra misión en el mundo hoy. Hemos recibido un mensaje de apoyo del papa Francisco llamándonos a ser fieles y apasionados.
Al terminar nuestro encuentro queremos enviar este mensaje a los muchos hombres y mujeres que trabajan junto a nosotros en nuestras obras de educación, pastoral o de acción social. Algunos de ustedes son importantes colaboradores desde hace muchos años. Algunos son más nuevos en esta misión marianista y están empezando a conocer y apreciar el gran regalo del carisma marianista. Nuestra primera palabra es un “gracias” profundo y verdaderamente sentido por lo que son y todo lo que aportan a nuestra misión común. Somos conscientes de que las obras de la Compañía de María son más ricas y eficaces gracias a la presencia y el servicio de ustedes.
Esta colaboración con los laicos es, de hecho, un elemento esencial desde nuestra fundación: la primera obra del beato Chaminade fue con y para los laicos. Cuando fue beatificado en el año 2000 por el papa S. Juan Pablo II, el papa dijo que Chaminade era “El apóstol de los laicos”. Con esto el papa subrayaba una de las ideas importantes del Concilio Vaticano II que el Beato Chaminade anticipó: la llamada universal a la santidad y el papel y misión esenciales de los laicos dentro del Cuerpo de Cristo. Hoy somos mucho más conscientes de esto y da más fuerza a nuestro respeto y aprecio por ustedes como colaboradores muy valiosos. Y así, la segunda palabra que les dirigimos es: “sigan abrazando la misión con nosotros”.
Nuestra petición es esta: que sigan compartiendo, lo mejor que podamos, el regalo del espíritu marianista y de la misión educativa. Este regalo se centra en la fe y presenta a la Madre de Jesús como nuestro modelo e inspiración. Al igual que ella dio a Cristo al mundo de un modo singular, nosotros esperamos compartir su misión de traer a Cristo a nuestro mundo hoy. Sea en colegios, parroquias, casas de retiro, programas de atención social, nuestro objetivo es promover un espíritu de familia en el que la fe se nutra y en el que las vidas se transformen a la luz del Evangelio. Esto ya lo saben, ya que comparten con nosotros esta misión, enriqueciéndola con sus propios dones, preparación profesional y visión. Y, así, nuestra tercera palabra para ustedes es: “únanse a nosotros para vivir el espíritu marianista cada vez con más profundidad”.
Por último, nuestro Capítulo General subraya el valor permanente del don dado a la Familia Marianista por medio de los Beatos Chaminade y Adela de Batz de Trenquelléon, recientemente beatificada. Confiamos en su compromiso, creatividad y colaboración continua para asegurar el dinamismo de nuestra misión compartida. Nuestra palabra final es: “con ustedes, compartimos una misión; para ustedes, somos sus hermanos”.
Con profundo agradecimiento,
Los miembros del XXXV Capítulo General
de la Compañía de María