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Reunidos en familia, celebramos el fin del Bicentenario de los Marianistas; evento que se extendió por dos años por la diferencia de un año en la fundación de las Hijas de María Inmaculada y la Compañía de María. En esta eucaristía pudimos agradecer todo lo bueno que surgió y nos dejó esta importante celebración: las actividades en los colegios, los dibujos, los homenajes, las olimpiadas, los festivales, todo, en especial, la felicidad de saber que este año nuestra fundadora Adela de Tranquelléon se convertirá en Beata.
Además, en esta misa se realizó el envío de los jóvenes misioneros que irán una semana a evangelizar a un sector de Rancagua. Esperamos que nuestros fundadores los acompañen en su caminar y sean instrumentos de paz y amor para quienes visiten.